Tanto en el centro como la zona norte la ocupación general de las unidades de sombra rondó entre un 70% y 80%. En cierta etapa del verano, el clima inestable perjudicó los alquileres por día, aunque en líneas generales el balance fue positivo.
MIRAMAR (Corresponsal). – Mientras se transita el epílogo de la temporada estival, con balnearios que van levantando ya parte de sus unidades de sombra, llega el momento del balance económico por parte de los concesionarios.
De acuerdo a diversos testimonios registrados por LA CAPITAL, la sensación general es que fue “una buena temporada”, sin ser netamente un éxito como se esperaba tras distenderse las medidas sanitarias pese a la gran cantidad de contagios que hubo, especialmente durante enero en Miramar.
Según se informó, tanto en los balnearios del centro, como en aquellos de la zona norte la ocupación general rondó el 70% u 80% en carpas y sombrillas, con picos diarios más altos de cobertura de las unidades disponibles, especialmente la primera quincena de enero, donde la ola de calor motivó a aquellos residentes que podían, y los turistas a pasar varias horas en la playa.
Luego la segunda parte del primer mes del año, el clima se presentó inestable al igual que en febrero manteniéndose en ciertos casos un 60% o 70% aunque los alquileres por día, mermaron visiblemente.
“Teniendo en cuenta que hubo varias jornadas de mucho viento y lluvia, la gente cuidaba su presupuesto y especulaba con eso lógicamente. Si meteorológicamente hubiese estado mejor seguro la ocupación iba a ser completa”, dijo uno de los concesionarios consultados por este diario.
En tanto, otra de las fuentes expresó: “Fue una temporada normal, quizá había muchas expectativas previas, demasiadas para mi gusto. Los turistas estudian muy bien los gastos y eso es respetable ya que la situación económica actual obliga a tomar recaudos”.